Mensaje inaugural de nuestra presidenta
Discurso inaugural por Sandra Palacios en el evento fundacional el día 18 de agosto de 2020
Buenas noches a todos, gracias por su tiempo para acompañarnos el día de hoy.
Quiero comenzar con algo muy personal, esperando me disculpen por ello.
Gracias a la invitación hace ya 22 años prácticamente, de mis maestros de la cátedra de farmacia hospitalaria en FESC Cuautitlán de la UNAM, Bety Maya, Maru Posada y Ricardo Oropeza , tuve la oportunidad de ingresar a trabajar en el área de farmacia hospitalaria, sin saber yo que iba a descubrir en el Hospital ABC una vida diferente y a cursar otra carrera universitaria, paradójicamente después de graduarme.
Ese inicio, fue interrumpido después de unos dos años por una experiencia cercana con el cáncer, y de repente me encontré en medio de un tratamiento antineoplásico, durante el cual pude reflexionar muchas cosas, entre ellas, que había personas que por falta de información y de soporte farmacológico adecuado, sufriendo las molestias de las reacciones adversas, abandonan el tratamiento. No pude evitar en pensar en mi tía Bety quien también había recibido quimioterapia años atrás, y la dejó, por remedios “inocuos”pero ineficaces, sucumbiendo a la enfermedad con solo 39 años de edad.
Terminando mi tratamiento, mi médico y maestro, el Dr Víctor Manuel Lira Puerto, me compartió algunas veces el privilegio de pasar visita con el, decía, que aprendió en Estados Unidos, que los farmacéuticos y médicos deben hacer las rondas juntos, que los farmacéuticos de allá le enseñaron a prescribir quimioterapia. Me dejaba entonces con sus pacientes para apoyarlo con la información sobre la (educación al paciente), me invitaba a las sesiones de los miércoles muy temprano, donde yo no entendía casi nada pero todo se escuchaba genial.
Nunca escribí sobre esta experiencia pero me ayudó a saber que esto además de la preparación de los tratamientos llenaba mi espíritu, sin embargo también me di cuenta que faltaba mucho por estudiar.
Eso me llevó a cursar el diploma en oncología farmacéutica, donde conocí a un profesional que ya era historia sin saberlo yo, el Dr Jiménez Torres, quien me animó a estudiar más, pues decía que el tener el conocimiento te vuelve más eficiente.
Otro hito que me marcó fue el escuchar en EEUU de casos de errores de medicación en pacientes oncológicos, lo que me llevó a pensar de la necesidad imperiosa de tener un mejor proceso para hacer más segura la medicación para que no llegásemos a desenlaces fatales como los que había escuchado ahí.
Con el apoyo de dos personas que están aquí -Dr Enrique Gómez y el Mtro Oropeza- y de un gran equipo, se logró que en el hospital donde trabajamos juntos mucho tiempo, se mejorara el proceso de medicación en oncología y Hematología.
Solo que pensé en que no era suficiente quedarse en la comodidad del “vamos bien, mi equipo está bien”, sino que se necesitan más personas para lograr la seguridad del paciente, de manera universal en nuestro país, por lo cual aprovechando el regalo de la vida, la cual me ha permitido ir conociendo de diversas maneras a los colegas que hoy están aquí, que buscan lo mismo que yo, el servir a sus pacientes con calidad o bien formar a aquellos que estarán sirviendo a los pacientes.
Es entonces con este hermoso grupo de entusiastas profesionistas, con los que me he encontrado a lo largo del camino, a quienes pido abrir sus cámaras para que todos los podamos ver, quienes también tienen sus propias y muy válidas motivaciones para estar aquí, con la convicción de mejorar la práctica farmacéutica en favor de sus pacientes, nos hemos dado cita esta noche para fundar lo que será la Asociación Mexicana de Farmacéuticos en Oncología y Hematología, sin la ambición de llamarnos hoy Farmacéuticos Oncólogos o Hematólogos pues no lo somos todavía, aspiramos a serlo estudiando muchísimo, logrando ojalá algún día tener esa especialidad, como en otros países ya se hace, para mejorar la práctica en favor de los pacientes.
Sabemos que vamos en hombros de gigantes, agradezcamos las enseñanzas de nuestros maestros, el esfuerzo y sacrificio de esa gran generación que luchó por hacer notar al farmacéutico en el equipo de salud, ahora nos toca junto con ellos, seguir escribiendo páginas en la historia de la farmacia mexicana.
Y porque el 2020 no debe ser un año para el olvido, miremos al futuro de nuestra profesión en este hermoso campo de acción.
Gracias amigos, colegas y maestros, por estar aquí, bienvenidos a esta fiesta.